"Fatis
mulieribus quas vocant 'bonos res'que, ut dicunt, vadunt de nocte"
Cobijadas por la oscuridad de la noche, un
determinado tipo de mujeres hienden por los aires en busca de algo que las
alimente. Les llaman de maneras diferentes: brujas, wiccas, hechiceras,
walpurgis, nigromantes, etc., sea como sea que se les denomine el patrón de
estas damas es siempre el mismo. Se les asocia con la maldad, con la podredumbre
de la humanidad, y sin embargo, cuando nos conviene las buscamos para obtener
sus servicios.
J. Michelet en su obra “La bruja: un estudio de las
supersticiones de la edad media” las describe muy poéticamente: “El hombre caza y combate. La mujer piensa e
imagina, engendra los sueños y a los dioses; ciertos días se vuelve vidente,
roza el infinito del deseo y del sueño. Para contar mejor el tiempo, observa el
cielo, sin perder su interés por la tierra. Cuando joven y hermosa, contempla
las flores amorosas y las conoce muy bien. Más tarde, ya mujer, las utiliza
para curar a aquellos que ama… (sic) Más
tarde todo se complicará; veremos aparecer a los especialistas: juglar,
astrólogo o profeta, nigromante, sacerdote, médico. Pero, en el principio, la
mujer lo era todo.”
Hécate, la protectora de las damas de la noche |
La historia y la leyenda de las brujas nos
demuestran dos panoramas distintos. La primera nos habla de la emancipación
buscada por las mujeres y el aplastamiento de sus ideales a causa de una
sociedad machista. La leyenda, en cambio, nos habla de personas dedicadas a la
adoración del Diablo, encargadas de sembrar la maldad doquiera que se presentan
y corromper la pureza de las personas.
Ambas versiones presentan hechos que, al
relacionarse y cruzarse entre sí, nos podrían dar una versión más aproximada a
lo que son estas mujeres.
El oficio de la brujería comenzó derivándose de una
actividad cotidiana propia del sexo femenino en aquellos tiempos, la
agricultura. Las chicas tuvieron que aprender a seleccionar las plantas que les
eran útiles, a cultivarlas y después a usarlas con diversos propósitos,
alimento, medicamento o protección. El desarrollo de la agricultura requería
también de la observación de los fenómenos naturales, como la posición estelar,
y las diferentes posiciones del Sol a lo largo del año, en pocas palabras el
desarrollo de un pensamiento científico y como el conocimiento genera poder y
la ignorancia genera miedo y odio comenzaron las diferencias y los rechazos de
este género por parte de la sociedad dominada por los machos.
Inquisidor buscando la marca de la bestia |
El ciclo menstrual en muy frecuentes ocasiones era
asociado con el ciclo de la Luna, de ahí que se establezca que dicho satélite
sea su cuerpo celestial protector. El rechazo o aceptación del hombre por la
mujer relacionado con las hormonas durante este periodo, provocó que los
hombres buscaran satisfacer sus necesidades en otros cuerpos femeninos, dando
como consecuencia la aparición de un nuevo oficio. Pero la volubilidad
masculina que generó la aparición de dicha actividad le hizo rechazarla en un
acto completamente hipócrita, porque ante sus cónyuges cuestionaban firmemente
la prostitución, pero bajo el cobijo de sus más puros instintos las buscaban en
las noches para calmar sus ansias sexuales, olvidaban su rectitud y la
aceptaban incondicionalmente.
Ante la presión de las mujeres “recatadas”, algunos
hombres farsantes comenzaron a perseguir y vejar a dichas señoras inventándoles
que sus actos eran impulsados por seres infernales, pero aprovechaban, bajo el
pretexto de descubrir la marca del diablo, para magrearlas suciamente. De esta
manera aparecieron la Santa Inquisición y la brujería como acto diabólico.
Por otro lado, la parte legendaria de la historia,
nos habla de humanos con capacidades diferentes que nacen o desarrollan
habilidades extrasensoriales, que poseen dones maravillosos que la naturaleza
les ha dotado, y que se aceptan como humanos íntegros cuya sexualidad es
plenamente disfrutada y aprovechada dentro de sus ritos, el más conocido de
ellos es el Aquelarre o Sabbat, sin adentrase en los detalles esta ceremonia
consta de cinco etapas: La convocatoria; el homenaje a Satanás; el banquete; el
baile y la orgía donde se produce la mayor cantidad de energía que las brujas
poseen para concretar sus propósitos o desarrollar sus capacidades, sobretodo
la intelectual.
Para las personas que se dedican a la brujería es
necesario tener un discípulo por tiempo a quienes transmiten sus conocimientos
para que su práctica no se pierda y a cambio la novicia o ahijada adquiere el progreso
de un don sobrenatural, el desarrollo de su inteligencia y una larga vida
alejada de graves problemas.
La tradición también cuenta de mujeres
increíblemente hermosas que seducen a las personas para aprovecharse de ellas y
tenerlas bajo su dominio. Otras historias nos señalan que las brujas se
alimentan de niños, lo cual tiene su base en el animismo, es decir, cuando la
bruja se come al infante, en realidad se está alimentando del espíritu, no de
su carne. Por ello en ocasiones se utiliza el término de que solo se los “chupa”,
sin ingerir la carne. La fuerza que adquiere del alma de sus víctimas, la dota
de poderes especiales como la capacidad de transformarse en animales,
principalmente en gatos (aeluorantropía), o de volar por los aires montada en
escobas y principalmente la capacidad de embrujar a otros a través de
encantamientos o hechizos.
Normalmente la gente tiende a despreciar a estas
mujeres porque no las entiende y sin embargo nuevamente se entra en contradicción,
si tan solo cambiáramos el nombre de bruja por hada, nuestra percepción de los
hechos diferiría y tendrá una completa aceptación, a pesar que ambas damas se
dediquen a lo mismo, solo que una se dedica al mal y la otra al bien, aunque
técnicamente no exista diferencia. Sobre el bien y el mal, es importante
subrayar que las teorías demonológicas no han sido asunto exclusivo de la
Teología, filósofos, matemáticos y físicos siempre han debatido seriamente
dichas especulaciones en el seno de las universidades más prestigiosas y que
primordialmente se podría concluir que ni el bien ni el mal existen, solo se
trata de posturas o perspectivas de cómo se juzguen las cosas.
Mucho se puede decir sobre la bruja y sus acciones,
pero es necesario aclarar que de acuerdo a E. Seler la magia, hechicería y
brujería no significan lo mismo.
La brujería hace referencia a prácticas demoniacas
y sobrenaturales, mientras que la magia y hechicería son conceptos que se han
usado a través del tiempo para indicar formas de pensamiento, prácticas, ritos
y ceremonias, hechos temidos, odiados o deseados, fenómenos inexplicables, y
hasta actos de ilusionismo, prestidigitación y charlatanería.
La magia surgió de la impotencia del hombre para
explicarse los fenómenos de la naturaleza. Indefenso y desvalido ante el mundo
que lo rodeaba y al que no podía controlar, proyectó su asombro y temor
recurriendo a una serie de actos para influir en las fuerzas terrestres de
manera simbólica e imaginaria.
Así, la magia se define como el conjunto de
acciones que tienen como fin influir en el mundo que nos rodea, usando para
ello medios naturales y sobrenaturales.
La magia puede actuar por imitación (bajo la
creencia de que lo semejante produce lo semejante), o por contacto (en donde
los efectos se asemejan a sus causas); ejemplo: se cree que asperjando gotas de
agua, luego lloverá. La magia por contacto se produce por medio de hechizos o
embrujos, actúa a distancia y a través del tiempo; ejemplo: se cree que dañando
una prenda de vestir o el recorte del cabello de una persona, la víctima
recibirá el daño.
Hay quienes distinguen entre magia negra y magia
blanca. La primera, llamada goetia o brujería en el medievo, es la actividad
antisocial que procura el daño y la destrucción del prójimo mediante la
enfermedad y la muerte. La segunda es la hechicería sancionada socialmente
porque estimula el esfuerzo; es un factor que tiende al incremento de la
producción económica; puesta al servicio de la sociedad, protege las
actividades agrícolas, el comercio, la salud, la integridad individual o
colectiva, y aun los asuntos relacionados con el amor y las relaciones
sociales.
Te invito a que observes a tu alrededor porque tal
vez y sin que lo hayas notado hay una bruja cerca de ti.