16 de junio de 2012

¡Arriba la poligamia!

Por: Karina Rodríguez y Juan Carlos



Amigos con derechos
 ¿Sabes lo que son los “amigos con derechos”? tal vez lo has escuchado como “free”, pero significa lo mismo y es que en una pareja se establezca la relación de poder saciar las necesidades de placer erótico sin compromisos o ataduras a alguna especie de relación formal. ¿Lo ves mal? Bueno debemos de aclarar ciertos puntos, y uno de ellos en relación con el título.

La poligamia es cuando un organismos tiene muchas parejas reproductoras, biológicamente esto te da más ventaja para dejar descendencia, además que los mamíferos (grupo biológico al que pertenecemos), casi el 100% son polígamos, pero principalmente poliginios.

La poliginia es cuando un macho se aparea con muchas hembras, lo que es un buen ejemplo de lo que Darwin llamó “Selección sexual”; mientras que la otra versión es la poliandria; que consiste en que una hembra tenga muchos machos para reproducirse, lo que sucede en muy pocas especies de mamíferos, pero en gran parte de aves.


Poligamia
 ¿Cómo es que la mayoría de los mamíferos son polígamos? Tal vez se pueda contestar esta pregunta basándose en la Coevolución. Los mamíferos son los animales mejor adaptados a muchos medios (terrestres, marino, etc.) esto ocasiona que tengan diferentes tipos de interacciones con otros grupos taxonómicos- Por ejemplo; en algún momento los organismos, que los depredaban desarrollaron mejores estrategias para cazar; lo que generó una respuesta en los mamíferos que contrarrestara el potencial de los depredadores, y tal vez una buena respuesta adaptativa fue una sobrevivencia más rápida y menor preocupación por la elección de pareja, o en otras palabras, la poligamia para poder aumentar el número de descendientes y de esta manera evitar extinguirse.

Un ejemplo lo podemos ver con los murciélagos; viven en manadas muy grandes actuando como un mecanismo de defensa contra depredadores; los búhos y halcones pudieron haber extinguido al murciélago, en el momento en el que desarrollaron mejor sus alas mejoraron sus técnicas de vuelo y lo cazaron más rápido, pero como este mamífero se transformo en polígamo dejó más descendientes evitando la extinción, haciendo que sus manadas fueran más grandes ayudándolo no solo con los depredadores sino también con las presas, obteniendo alimento más fácil y rápido. Según Halliday, quien refuta esta idea, señala: "En la especie humana, la receptividad continua y el estro no aparente de la hembra, se han interpretado como mecanismos para confundir al macho en cuanto al momento en que la hembra es fértil. Esto tendría como consecuencia que el macho no pueda prever cuando serán efectivas las copulas extra-pareja y por lo tanto disminuye el beneficio de esa estrategia"

Otras ventajas adaptativas que da la poligamia es que, en el caso de la poliginia, la hembra protege al gameto que le ha costado mucho producir, y tras el nacimiento de la cría, sigue cuidándola dándola de mamar. Dado que el macho solo aporta el gameto masculino (espermatozoide) que le ha costado poco producir, intenta aparearse con muchas hembras para transmitir sus genes a la descendencia aumentando así su eficacia biológica. Mientras que en la poliandria, la hembra se reproduce con muchos machos cuando el ambiente es muy favorable (hay mucho alimento) ya que aunque la cuesta producir sus gametos (óvulos) puede reponer ese gasto energético rápidamente y no gasta en el cuidado de la descendencia debido a que el macho se ocupa de ella.


Selección sexual
 Debido a nuestro linaje evolutivo, los humanos, como buenos mamíferos deberíamos ser polígamos, sino por qué entonces una especie tan frecuentemente descrita como monógama es tan hipersexual. Los animales monógamos, por definición, no tienen que competir por reproducción y, como resultado, se suelen caracterizar por un bajo nivel de sexualidad. De acuerdo con Ryan y Jethá los humanos están en la cima de una reducida lista de especies que practican sexo por placer. Escriben que “ningún animal gasta más tiempo en actividad sexual como Homo sapiens”. Entre los primates la única especie monógama es la de los gibones, cuyas infrecuentes copulaciones sólo están destinadas a la reproducción, lo que los hace mejores seguidores de las reglas sociales de nuestro país, que algunos otros mexicanos.

En “The descent of Man” (La descendencia del hombre), Charles Darwin escribió “Aquellos que más han estudiado el tema (particularmente el antropólogo Lewis Henry Morgan) creen que el matrimonio comunal fue la forma original y universal de matrimonio en todo el mundo”. No obstante, desde el siglo XIX los antropólogos han luchado por cómo identificar la estructura de apareamiento de los humanos. En 1967 el Atlas Etnográfico de George P. Murdock reportaba que sólo el 14.5% de las sociedades modernas preindustriales podían ser clasificadas como monógamas. Aun así, en occidente, los investigadores se refieren con frecuencia a los humanos como “monógamos seriales”, basándose en el patrón de repetidos matrimonios monógamos a lo largo de la vida de hombres y mujeres. Pero siendo que la mitad de los divorcios ocurren por infidelidad, y que 1 de cada 25 padres crían hijos sin saber que no son suyos. Se podría abundar en muchos casos que apoyen la poligamia humana, pero baste con señalar que la mayoría de los encuentros sexuales entre parejas de nuestra especie no tienen un fin reproductivo, sino únicamente placentero (la homosexualidad es un fuerte prueba de ello).


Poliandria
 Sin embargo, socialmente en los humanos, es peor vista la poliandria que la poliginia, lo anterior lo baso en algo que alguna vez escuche: “una llave que abre muchas puertas se le llama llave maestra, pero una cerradura que se abre con cualquier llave no es de buena calidad”… ya que nuestra cultura nos impone el estereotipo sobre una “buena mujer” que sea pura y casta hasta el matrimonio. Aunque para la sociedad católica actual toda la poligamia (hombres o mujeres) está muy mal vista, cuando biológicamente, todos los seres humanos, tenemos necesidades de buscar placer y por supuesto de dejar nuestra propia descendencia.

Hay que resaltar que en estas acciones no se pierde el respeto a tu pareja; le estas dando libertad y comprensión, no la estás atando o marcando como tú propiedad. No hay que dejar que la sociedad defina lo que quieres o no quieres hacer, está en ti elegir si quieres reprimir lo que biológicamente tienes y quieres o elegir el tipo de pensamiento que más te agrade.

Para terminar solo quisieramos dejar una pregunta al aire: ¿Se podría considerar a la poligamia adecuada o inadecuada?