21 de octubre de 2010

LA MUERTE NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA

Por Juan Carlos Pérez Vertti Rojas



Las leyes de la vida nos señalan que todos los organismos nacen, crecen, se reproducen y mueren.
Este ciclo se mantiene constante mientras no se altere la situación reproductiva. Si hay una característica que se pueda considerar esencial para su vida es la capacidad de reproducirse, es decir, la capacidad para perpetuar la especie, tanto en el tiempo como en el espacio. Los descendientes constituyen nuevas generaciones y sustituyen a los organismos que ya murieron.
Pero ¿Qué pasa cuando los organismos dejan de perpetuarse? Se produce inevitablemente su desaparición, y no sólo la del individuo, sino la de la población entera y si la escala es mayor, la de la especie por completo, en otras palabras, se extingue.
Sin embargo: ¿Cómo se sabe cuando un ser está muerto?
Actualmente se considera a una persona muerta cuando tiene muerte cerebral (lo que implica que el individuo ya no tiene conciencia de su entorno); le da un paro respiratorio; paro cardiaco; o la combinación de éstas. Bajo esta situación la determinación de la muerte puede ser dificultosa.
Gracias al avance tecnológico de la medicina, hoy es posible mantener la actividad cardíaca y con respiración artificial a una persona cuyo corazón ha dejado de latir y no es capaz de respirar por sí misma en cuidados intensivos. Por ello podemos afirmar que perder alguna de éstas funciones no significa estar muerto.
Debido a esto, se han desarrollado otras pruebas más confiables y específicas para evaluar la vitalidad cerebral como la Tomografía por Emisión de Fotón Único (SPECT cerebral), la Panangiografía cerebral y el Ultrasonido transcraneal.
Pero aún así hay dudas para dterminar certeramente la muerte de alguien. Después de que estos órganos vitales han dejado de funcionar, las demás células de nuestro cuerpo se mantendrán vivas mientras tengan un sitio seguro y con alimento, y esto puede ser durante mucho tiempo. es decir no nos morimos completamente...
Ahora, si todo cambia y muere, pero nada se pierde, sino que todo se transforma, entonces, ¿Qué es la vida y qué es la muerte?, ¿Qué hay detrás de la vida y qué tras la muerte, si es que algo hay?, ¿Qué sentido tiene nuestra existencia?
La Tanatología es la disciplina que estudia la muerte de los seres humanos y está enfocada a establecer el tránsito de muerte, entre el posible finado, su familia y el personal médico que lo atiende (en los casos correspondientes), que le ayuden a morir con dignidad. También se encarga como rama de la Medicina Forense, de estudiar y determinar las causas de la muerte.
¿Y tú qué tanto le temes a la muerte, y en particular a tu propia muerte?
Para enfrentar la muerte existe el duelo. El duelo es la reacción emocional, física y espiritual en respuesta a la muerte o una pérdida. Las personas que están de duelo pueden experimentar los siguientes cambios: Sienten emociones fuertes, como la tristeza y la ira, falta de
sueño o sensación de náusea, algunas personas se cuestionan sus creencias y se sienten muy decepcionadas de su religión mientras que otras descubren que su fe es más fuerte que nunca
El proceso de duelo lleva tiempo y las heridas se sanan gradualmente. La intensidad del duelo puede depender de si la pérdida fue inesperada y repentina, y de la relación que tenías con la persona que falleció.
Todos estos sentimientos y reacciones son normales. Pero ¿qué puede hacer una persona para superarlos? ¿Cuánto dura el duelo? ¿Alguna vez todo volverá a la normalidad? ¿Y cómo vas a seguir adelante sin la persona que falleció?
Uno de los aspectos más interesantes del duelo, es que cuando no lo afrontamos empezamos a mezclar la realidad con nuestras fantasías. Esto significa la aparición de seres provenientes de otros mundos. Sí, aunque no lo creas, el no enfrentar el miedo a la muerte o el no aceptarla como el término de todo, genera los famosos fantasmas, espectros y apariciones, por lo menos a nivel psicológico, porque también existen otras explicaciones físicas a ciertos espectros que vagan por nuestras vidas.
Como te habrás dado cuenta, no es un problema personal, es un problema de la humanidad. La mayoría de las personas no nos resignamos a que todo se acabe y empleamos nuestras ideas en la formación de una vida más allá de esta, de la que es posible escapar y regresar, es decir, de aferrarse a permanecer aquí. Sea como se llame la religión, todas ofrecen la esperanza de mantenerte vivo en otro lado y que no puedes dejar pendiente nada aquí porque si no te manifiestas y das lata a los vivos hasta arreglar tus asuntos. Lo peor es cuando te manifiestas como espíritu chocarrero.

 Piénsalo, no te voy a afirmar que existe un más allá y seres que lo habitan y transitan a nuestro mundo (tampoco lo puedo negar categóricamente), pero sí te voy a afirmar que mientras la humanidad no madure con respecto a la muerte, seguirán existiendo todos esos misterios relacionados con los fantasmas y las leyendas que los sustentas serán verdades incomprobables.

OTRO BARRO POR EL CHOCOLATE

Por Juan Carlos Pérez Vertti Rojas

 
Cuando pasas de la niñez a la adolescencia y aún siendo un adulto, no hay nada peor que pueda pasarte que tener una cita con la chica más bonita (aquella con la que llevas días suplicándole que salga contigo) y que aparezca un grandioso barro en la punta de la nariz o en algún otro lado impertinente.
En ese momento te preguntas por qué te comiste aquel grandioso chocolate, semejante pedazo de grasa. Efectivamente los barros son lesiones debidas a excesiva cantidad de grasa o sebo producida por el organismo, la cual obstruye los poros de la piel. Adicionalmente, la bacteria Propionebacterium acnes, que de manera natural se aloja en el cuerpo, participa en la formación de estas afecciones cuando encuentra los poros tapados. La reacción del organismo al alojar tremendo bicho es una gran inflamación llena de pus producto de la batalla de los anticuerpos con el invasor, pero, cuya aparición no tiene relación con el consumo de chocolates, grasas o embutidos.
Las causas de este desastre, mis estimados galanes son:
Durante la pubertad se incrementa la influencia de las hormonas masculinas llamadas andrógenos (presentes también en las mujeres), lo que determina que exista mayor secreción de sebo y que se eleve la cantidad de grasa que lubrica la epidermis. Una parte de esta sustancia no puede liberarse y obstruye los poros.
La cantidad de sebo que produce el cuerpo está determinada por factores hereditarios.
Y las mujeres no se salvan porque durante los días próximos a la menstruación y en el embarazo pueden aparecer con mayor facilidad, pues en estas etapas se eleva la producción de hormonas que estimulan las glándulas sebáceas, así que a usar maquillaje si no quieren que descubran en que etapa se encuentran.
Presencia de la bacteria Propionebacterium acnes, que infecta los poros tapados con grasa.
Para prevenir este desaguisado es muy importante la limpieza, ya que evita que los poros sigan obstruyéndose. Por ello, debe retirarse con agua y jabón cualquier producto que se haya aplicado durante el día, como cremas o lociones. Pueden usarse productos que reducen la cantidad de grasa en la piel, como jabones y lociones astringentes.
Si cuentas con una chica que de verdad te quiere (y quiere lucirte ante sus amigas), pídele que te aplique cremas exfoliantes puede evitar la aparición de barros y espinillas, ya que limpian la piel de manera profunda eliminando células muertas, puntos negros y grasa. Si ya tienes barros no deben utilizarse porque lesiona, es peor que te digan cacarizo o garapiñado y entonces sí, ni quien se te acerque. Pídele a tu chica además que no se entretenga exprimiéndote los barros, pues ello incrementa la inflamación, y se corre el riesgo de que las lesiones puedan infectarse y dejar cicatrices.
En conclusión, los barros salen por factores hormonales (adolescencia) pero enfatizados por la falta de higiene, por heredar una piel grasosa o por besar en los cachetes al saludar a personas con la bacteria Propionebacterium acnés, así que no le heches la culpa a los sopes, las gorditas o los chocolates, investigaciones realizadas en el Departamento de Enfermedades Crónicas y Epidemiología del Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente, en Holanda, mostraron que el chocolate es buena fuente de antioxidantes, entre ellos los polifenoles (flavonoides), sustancias que durante años se consideraron antinutricionales y con efectos negativos sobre la digestión, pero que hoy se han revelado como poderosos compuestos que protegen a las células contra radicales libres (químicos que generan envejecimiento y cáncer), además de que evitan que el colesterol dañino se fije a las paredes de las arterias, de modo que disminuyen problemas circulatorios.
Por otra parte, la polémica acerca de si el chocolate ocasiona sobrepeso parece llegar a su fin, además, con un rotundo "no" como respuesta (con excepción de quienes están genéticamente predispuestos a padecer obesidad).
Sigue estos consejos para evitar el acné en exceso pero si después de dos o tres meses no se obtienen resultados satisfactorios, debe consultarse a un dermatólogo para que indique un tratamiento más agresivo, ya que se puede tratar de un problema de "acné profundo".

10 de octubre de 2010

YO YA ESTOY MUY OXIDADO

Por Juan Carlos Pérez Vertti Rojas


El otro día un “joven” se me acerco y me dijo: usted ya está muy viejito. Lo miré con extrañeza y comencé a realizarle algunas preguntas. Al terminar mi interrogatorio yo estaba sonriente, mientras él, cabizbajo y meditabundo se retiró.
La vejez es algo muy relativo, a diferencia de lo que muchos piensan, no radica en cuántos años tienes, sino en cómo los has vivido. En estos días ser longevo es algo muy común, pero cada vez menos frecuente, nuevas enfermedades, nuevas tecnologías, atentan contra nuestra vida.
Aparatos como el teléfono celular, el horno de microondas y los videojuegos, entre otros, emiten una gran radiación y otras manifestaciones de energía que ponen en riesgo nuestra salud, aunque todavía no se tiene el balance real y estadístico del daño, se sabe que lo provoca. Sin embargo en este mundo comercial, es más importante venderte un gadget que tu propia salud.
Por otro lado, los jóvenes comienzan a tener una vida más agitada a más temprana edad. Los rebeldes juveniles siempre han existido y existirán, el problema es que ahora lo hacen a más temprana edad. Jóvenes de 14 o 15 años llevan ingiriendo alcohol, fumando, o drogándose como en ninguna otra época.
Pero cuál es el meollo del asunto, los famosos radicales libres que provocan el envejecimiento. Son moléculas inestables (perdieron un electrón) y altamente reactivas por lo que buscan remover el electrón que les hace falta de moléculas que están a su alrededor para obtener su estabilidad. La molécula atacada (que ahora no tiene un electrón) se convierte entonces en un radical libre y de esta manera se inicia una reacción en cadena que dañará muchas células y puede ser indefinida si los antioxidantes no intervienen. En el interior de la célula, los radicales libres atacan el DNA que impidiendo a la célula su reproducción.
¿De donde provienen los radicales libres? Los procesos normales del organismo producen radicales libres como el metabolismo de los alimentos, la respiración y el ejercicio. También estamos expuestos a elementos del medio ambiente (como en antros, bares y todos esos centros que te han contado que existen, pero que tú no los conoces) que forman radicales libres como la contaminación industrial, tabaco, radiación, medicamentos, pesticidas, aditivos químicos en los alimentos y comida rápida (sí, hablo de las papas fritas que compras en la cafetería del choco, las hamburguesas del cuñao y las gorditas hechas en aceite de 80 días que ya perdieron sus propiedades de la güera), solo para nombrar los más comunes.
Los radicales libres toman electrones de los lípidos y proteínas de la membrana celular, que al ser dañada, no podrá cumplir sus funciones como el intercambio de nutrientes y la limpieza de materiales de deshecho, haciendo imposible el proceso de regeneración y reproducción celular.
Los radicales libres contribuyen al proceso del envejecimiento cuando toman el electrón que les hace falta de las células del tejido colágeno de la piel, la cual pierde su elasticidad y luce seca y arrugada.
Los radicales libres también pueden contribuir al crecimiento anormal de las células, al perder éstas la capacidad de “reconocer” las células vecinas. Esa proliferación sin control se produce en los tumores benignos o malignos (cáncer).
Muchas enfermedades crónicas se han ligado directamente con los radicales libres, como la enfermedad cardiovascular, Alzheimer, accidente vascular cerebral, hepatitis, hipertensión, artritis reumatoide, lupus, diabetes mellitus, enfermedad periodontal, colitis ulcerativa, aterosclerosis, fallo renal crónico y muchas otras. Échate un cigarrito o un peguecito mientras te acabo de contar.
Para retomar el tema, el proceso de envejecimiento ocurre a nivel celular y se han propuesto varias hipótesis para ello. Una dice que el problema está en que con el paso del tiempo, se producen más errores en la síntesis de proteínas, las cuales ya no realizan eficazmente sus actividades metabólicas en la célula, hasta que cansada de tantos errores, la célula muere.
Otra hipótesis dice que la vejez es un evento programado genéticamente, los genes que la causan dirigen a la célula para cerrar ciertos trayectos metabólicos, lo que genera poca resistencia a las enfermedades y nula habilidad para reparar los daños, hasta que te entierran.
Como verás, viejitos los cerros y todavía reverdecen. ¿Te has preguntado cuántos radicales libres añades a tu muerte genéticamente programada? Bueno la respuesta la tienes tú, pero no te preocupes tanto, igual te mueres en un accidente y ya no envejeciste.
Para terminar, no todos los radicales libres son “malos”. Las células del sistema inmune crean radicales libres para matar bacterias y virus, pero si no hay un control (ejercido por los antioxidantes), las células sanas pueden ser dañadas.
Por cierto el reven, será en casa de la Chiquis el sábado 31, habrá chupe, ruido, tabaco, comida procesada y unos cuantos bastones para cuando termine.

PA’ QUE MÁS GANAS QUE LAS GANAS

Por Juan Carlos Pérez Vertti Rojas

Es de muchos conocido el caso de aquella chica que fue a una fiesta, tomó una bebida y después abusaron de ella. Esto le ha pasado por lo general a la amiga de un amigo; a la prima de un cuate; o en general a alguien que nos ha contado que a un conocido de él le contaron que le pasó a una chava. También todos sabemos que fue lo que le pusieron en la bebida, yumbina, un estimulante sexual utilizado para promover que las vacas se mantengan produciendo leche para el consumo humano.

La yumbina, junto con otras sustancias se considera un afrodisiaco, nombre que deriva de Afrodita, la diosa griega del amor (Venus para los romanos), estas sustancias o fármacos tienden a elevar la dopamina en el sistema nervioso central; la testosterona y hormonas derivadas y la hormona estimulante de los melanocitos en ambos sexos (ésta hormona probablemente es la hormona provocadora del estado de celo en los vertebrados), de tal manera que estimulan el impulso sexual.

La yumbina o yohimbina es un alcaloide proveniente de una planta brasileira (Pausinystalia yohimbe) que está diseñado para actuar en el ganado equino y vacuno, cuyo peso es mayor a los 400 kilos, por lo que el uso en humanos puede ser mortal. Se distribuye comercialmente en tiendas veterinarias y supuestamente es de venta restringida. Algunos médicos recomiendan ciertas dosis para tratar padecimientos como la boca seca, la impotencia sexual y algunas fallas del sistema nervioso central.

En México no se ha hecho oficialmente el reporte de chicas que hayan padecido algún ataque utilizando dicha droga, pero en otros países como Argentina, ésta se infiltró en los antros provocando la muerte de varias jóvenes, por lo que la policía tomó cartas en el asunto. Pero a pesar de que en nuestro país el dato no se ha oficializado, hay muchos rumores de su uso y de chicas que han sufrido estos monstruosos ataques. La razón de lo anterior es que la mayoría de las víctimas asisten a lugares que les están prohibidos por diferentes razones y por ello temen confesar la verdad a sus padres, y éstos, a su vez, a la policía. En cuanto a los efectos adversos que puede producir se encuentran: temblores, cefaleas, insomnio, irritabilidad, aumento de la actividad psicomotora. Pero lo más destacado es su poder de inducir ataques de pánico. De hecho, en estudios experimentales sobre ansiedad se viene utilizando como modelo de inducción de la misma, así que, si no se quiere pasar un mal rato y salir huyendo, cuidado con su uso.

Para concluir quisiera señalar que la mayoría de las cosas que se venden como afrodisiacos (y que no sean fármacos) no funcionan, por ejemplo los ostiones, el cuerno de rinoceronte, los chupamirtos, entre otros, todos ellos consisten un mito y que lo único que hacen es vendernos el factor psicológico. En otras palabras, pa’ que más ganas que las ganas.

1 de octubre de 2010

El animal que todos llevamos dentro

Por Juan Carlos Pérez Vertti Rojas


¿Te has puesto a pensar en todas las cosas que hacen nuestra vida más fácil? ¿Te imaginas un mundo sin TV, sin radio, sin teléfonos, internet, transportes, sin energía eléctrica, etc.? Te sentirías como el hombre de las cavernas ¿o no?
Pues en estas líneas te invito a que conozcas todas aquellas cosas que nos aproximan más a un hombre primitivo que a un hombre moderno.
Por debajo de la neocorteza cerebral ubicamos al Sistema o Cerebro Límbico. A éste se le conoce como Cerebro Emocional o como Cerebro Mamífero, porque los mamíferos poseen una estructura similar, y se corresponde muy bien con su comportamiento, por ejemplo: el proteger y cuidar a las crías hasta que ellas puedan valerse por sí mismas. Todo lo que ocurre en el exterior es procesado en nuestro cerebro límbico con un matiz emocional: el amor, el odio, el altruismo, el deseo, los celos, la angustia, el temor, la culpa, etcétera. Esto es lo que llamamos “la voz de la conciencia”.
Lo interesante de esta parte de nuestro cerebro es que es un poco autónomo de nuestra parte racional, es decir, es el que nos traiciona cuando queremos mentir, es el que nos hace andar como burros cuando nos enamoramos y es el que nos hace valientes cuando se trata de defender a los nuestros, entre otras cosas.
Nuestro cerebro límbico, permite el clima emocional para propiciar la motivación al logro, ya que trabaja con una serie de neuroquímicos que propician el impulso para dar órdenes al cerebro reptil de movilizarse para efectuar el deseo, o lo que queremos alcanzar. El cerebro reptiliano es el que nos hace actuar por impulso (lo que llamaríamos el pequeño demonio o vocecita que nos dicta actuar sin medidas), por ejemplo: echarle pleito a alguien que nos cae gordo; el aventarnos un cigarrito para quedar bien con los cuates o el que nos hace mover el bote cuando la música tiene un excelente ritmo. ¡Que viva el rock!
Nuestra vida se mueve impulsivamente con el cerebro reptiliano y sentimentalmente con el cerebro de mamífero. Estas dos vertientes son aprovechadas por las religiones para manipularnos a su antojo y darnos un panorama muy cerrado del mundo donde todo lo que hacemos está bien o está mal. Pero es aquí donde entra nuestro neocórtex, el nos permite ampliar nuestro criterio a través del dominio de nuestros sentimientos y nuestros impulsos. Los primeros que nos enseñan un poco de autocontrol son nuestros padres cuando nos enseñan a hacer pipí y popó. Más tarde es la escuela, a través de la transmisión de la cultura, quien nos hace ampliar el panorama de nuestro mundo y poder entender que en la vida no sólo hay cosas buenas y malas.
Investigaciones realizadas por Piaget, y Kohlberg, se refieren a la etapa de cuando el niño pasa de la heteretomía a la autonomía, es decir la manera como el control ejercido por parte de los otros es reemplazado por el autocontrol, una cosa es cuando dices la verdad por temor a ser descubierto y otra diferente es cuando la dices porque tienes la firme convicción de qué es lo que corresponde hacer. Los valores quedan enraizados en lo más profundo de nuestra personalidad y pueden llegar a cambiar sólo si se producen alteraciones en nuestras emociones.
Saber qué es lo que corresponde hacer a pesar de las presiones, ideologías en un determinado momento puede depender de cuáles son nuestras convicciones, valores y qué tan arraigados los tenemos de acuerdo a cómo nos hayan formado.
Pero volviendo a nuestro cerebro de reptil, éste nos permite detectar a las personas que podrían ser nuestras compañeras de vida a través de su aroma. Sí, aunque no nos percatemos de ello, los aromas junto con los sonidos (recuerda el famosos sonido secreto personal), son quienes nos hacen elegir a nuestros amigos y rechazar a nuestros enemigos. Y una vez que ya hemos seleccionado a nuestro clan, perdón, a nuestros cuates, entonces empezamos los vínculos con el cerebro mamífero. A través de un rito muy complejo llamado cortejo, nos aproximamos a nuestra futura pareja y con base en ciertas conductas que detallaremos en otro blog, los atrapamos y seducimos para lograr el propósito de nuestra especie que es perpetuarnos.
Pero esto no es todo, el cerebro límbico fisiológicamente está interconectado con todos nuestros órganos internos, regulando la condición de expansión o contracción de ellos. Los estados emocionales tales como la rabia, depresión, frustración, el estrés, provocan que algunos órganos sufran las consecuencias de estas emociones. También se pueden pasar de un estado de ánimo a otro, en un determinado momento podemos estar melancólicos y al recibir una buena noticia pasar a estar feliz.
Para concluir, ¿Te percataste de que en esta lectura tuviste que emplear tus tres zonas del cerebro citadas? Una al momento en que empezaste a leer y dijiste “otro choro mas”; la segunda es cuando te emocionaste y dijiste: ¿por qué en otro blog y no en este? Y la última cuando dijiste: bueno voy a publicar mi comentario.

De quesos, besos y balazos

Por Juan Carlos Pérez Vertti Rojas



La Filematología es la ciencia que estudia el beso; nos habla de sus orígenes, como ha cambiado su significado a lo largo de la historia, los tipos de besos, los elementos que intervienen en éste y las reacciones físicas y mentales que provoca en el ser humano.
Las investigaciones que se han realizado indican que los registros más antiguos que se tienen sobre este gesto humano datan del año 2 500 antes de nuestra era, al aparecer esculpido en las paredes de los templos de Khajuraho en la India.
Se hace una referencia a sus inicios y evolución en la mujer de Cromagnon al alimentar a su hijo, como una costumbre para demostrar agrado en las tribus primitivas o como una señal para establecer una jerarquía o para escoger pareja. Luego cuando pasa a formar parte del saludo entre familiares y amigos.
Entre los beneficios de besar a otra persona se encuentran: estimula la parte del cerebro que libera oxitocina en el flujo sanguíneo, creando una sensación de bienestar. La oxitocina, hormona que influye en funciones básicas como enamorarse, actúa promoviendo la contracción uterina durante el parto, los orgasmos, está asociada con la afectividad, y el acto de tocar y la secreción de la leche materna. La oxitocina se descubrió en 1954, una hormona que el durante el parto. Se produce en la región posterior de la hipófisis, al igual que la vasopresina, que inhibe la eliminación excesiva de agua a través de los riñones y su estructura química es sumamente parecida.
Se descubrió que el hipotálamo también las produce pero tienen otras funciones, actuando sobre el cerebro en el hipocampo, la amígdala y la corteza límbica, regiones donde se procesan las emociones, el comportamiento, el olfato y la memoria a largo plazo y actúan como neurotransmisores y su efecto consiste en aumentar la confianza en una persona, reducir el estrés y el miedo producto de esta relación. Se ha comprobado que la oxitocina y la vasopresina se liberan durante las interacciones sociales como la selección de pareja y permite establecer una sintonía entre los participantes.
Pero hay un algo más poderoso, que da como resultado que las personas se enamoren, y no es como el dicho dice, amor a simple vista, sería más bien amor a simple olfato, en donde se determinara si hay atracción o no. ¿Pero qué son estas moléculas, que emanamos cada uno de nosotros?
Cada persona tiene un olor característico, que es debido a unas moléculas que se denominan feromonas las cuales son poderosos atrayentes sexuales. Estas son excretadas junto con el sudor difundiéndose fuera del cuerpo a través del aire, siendo captadas por el olfato de manera inconciente, provocando los sentimientos inexplicables de amor y ansiedad. Cuando sucede esto, se entra en un estado de excitación, que da como consecuencia la producción de adrenalina y la noradrenalina que aceleran la frecuencia cardiaca, dilatación de los vasos sanguíneos ( la persona se sonroja) y dilatación de las vías aéreas hacia los pulmones (la persona respira más rápidamente).
Cuando se entra en este estado, el cerebro comienza a producir dopamina y seratonina que son hormonas que influyen en el estado de ánimo de un individuo. Sintiéndose este de muy buen humor, encontrándole sentido a su vida. Junto con estas hormonas se producen endorfinas y encefalinas que se conocen como hormonas opiáceas pues actúan en el cerebro de las personas, produciendo un estado de placer y euforia. Los enamorados o la pareja se sienten felices y sin ganas de separarse, puesto que, como estas hormonas son drogas naturales que produce el cuerpo, se crea una dependencia.
Uno de los disparadores de toda esta parafernalia hormonal es el beso, el cual se define simplemente como el acto de tocar algo con los labios, generalmente a otra persona. Cuando un hombre besa su saliva contiene testosterona, hormona que produce la excitación de su pareja.
Y si esos besos son húmedos, mucho mejor porque "inconscientemente intentan transferir esta sustancia para provocar el apetito sexual en las mujeres. Además la humedad de los besos podría ayudarles a medir los niveles de estrógenos femeninos de su pareja y así saber su grado de fertilidad".
"En cuanto a ellas, el beso les sirve para detectar el estado del sistema inmune de su posible pareja y saber "cuánto se cuida", pues recordemos que el sabor y el olor de la saliva nos dice mucho sobre la higiene y salud de la persona.
La Filematología nos habla sobre los diferentes tipos de beso ; desde el de esquimal hasta el francés, la variedad es amplia siendo la misma finalidad: Una forma de estar más cerca, de demostrar afecto. La ciencia del beso se encarga además de investigar los sentidos que intervienen al momento de besar y que según algunos resultados son el gusto, el tacto y el olfato. Cada uno por separado producen una fuerte reacción emocional y química entre los participantes y cambiando definitivamente el estado mental al combinarse la reacción de estos sentidos. Los efectos que tiene un ósculo sobre nuestra salud han demostrado que nos ayuda a estar sanos y bajar de peso, pues por cada beso quemamos hasta 26 calorías, se fortalece nuestro sistema inmune, hace que el pulso se acelere (Los besos apasionados provocan la liberación de adrenalina en la sangre, la que a su vez aumenta el ritmo cardiaco la tensión arterial y el nivel de glucosa en la sangre) y se prolonga la vida de quien lo practica continuamente.

TIPOS DE BESOS

El Kamasutra por su parte describe tres clases de besos: el nominal, en el que los labios apenas se tocan; el palpitante en el que se mueve el labio inferior, pero no el superior; y el beso de tocamiento, en el que participan labios y lengua.
El beso seco: Es el beso simple, cuando se apoyan los labios de uno contra los del otro.
Beso Hollywoodiense: Al momento de besarse, uno inclina al otro hacia atrás, como invitándolo a estar más cómodo y preparándolo para lo que le espera. Este estilo se impuso en las películas de los años '50 y se convirtió en un clásico, aunque no es muy frecuente entre las parejas sigue siendo muy romático.
El beso succionador: Para practicarlo, la mujer tiene que tomar entre sus labios el labio inferior de su pareja para introducirlo en su boca, mientras que él ejerce un movimiento de succión.
Beso francés : Consiste en que la mujer toque con su lengua los labios del hombre para luego introducirla en la boca de su pareja y viceversa.
El beso de lado: Se realiza cuando cada uno de los miembros de la pareja gira su cabeza en sentidos opuestos para besarse.
El beso de apretón: Se refiere cuando una persona aprieta fuertemente sus labios contra el labio inferior de su pareja.
El beso de tú uno y yo el otro: Se trata de que el hombre bese el labio superior de la mujer mientras que ella besa el labio inferior de él.
El beso toma todo: Un miembro de la pareja toma entre sus labios los labios del otro.
El beso de lengua apasionado: La pareja introduce su respectiva lengua en la boca del contrario tocando los dientes al paladar.
El beso de yo te sigo: En este caso se espera a que uno de los dos inicie la acción de besar y el otro le siga alcanzando un ritmo frenético.
El beso cazador: Este se da cuando la pareja juega a que cada uno trata de atrapar con sus labios el labio inferior del otro.
Beso negro: Se refiere cuando una persona estimula sexualmente con su lengua el ano de su pareja.
Beso del payaso: Se refiere al cunnilingus que se realiza a una mujer durante el periodo menstrual.
Beso de aire: Es cuando una pareja se da un beso con la boca llena de aire, y en un determinado momento llena de aire la boca de su pareja, soplando.
Beso en la mano: Formalismo muy extendido desde la antigüedad para demostrar subordinación o respeto, luego utilizado generalmente sólo por hombres para saludar a mujeres. Actualmente sólo es utilizada con personas que ostentan títulos nobiliarios o ecleseásticos o en grupos de clase alta. Así también en la mafia.
Existe el beso a la mula papal arrodillado (precedido de una triple genuflexión), aunque hoy en día se ha relajado el protocolo y solo se suele inclinar delante del Papa y besar el anillo.
Beso afectivo: Consiste en un beso en la mejilla o en la frente, éste último más usual hacia los niños.
Beso en la boca o beso seco: Es el dado en los labios de la otra persona, es la muestra de afecto más común en una pareja.
"Pico" o "piquito": Es un beso dado en los labios, pero con apenas contacto. Muy usual en la pareja, y en ciertas familias es una muestra de afecto entre padres e hijos y entre hermanos, principalmente cuando los hijos son niños.
Beso francés, "con lengua" o mojado: Es una práctica en la que se introduce la lengua en la boca de la persona a la que se está besando.
Beso esquimal: En este beso no se utilizan los labios, sino que se frotan las puntas de la nariz de las dos personas.
Beso de mariposa: En este caso tampoco se utilizan los labios, sino que se frotan las pestañas en la mejilla de la otra persona, es decir, quien da el beso se acerca lo suficiente a la otra persona para que con las pestañas la acaricie al parpadear varias veces.


Beso burbuja: Es este caso se tocan los labios como en el "piquito", por un pequeño lapso de tiempo. Acto seguido se retiran ambos con la cabeza hacia atrás y abriendo la boca en un gesto de felicidad.
Desgraciada o afortunadamente, de acuerdo a cada individuo (no me meto en problemas existenciales). La producción de estas hormonas (dopamina, seratonina, endorfinas y encefalinas) comienza a disminuir o decrecer, hasta que transcurridos tres años, se estabiliza llegando a sus valores normales. Por esto una persona comienza a notar defectos en su pareja, que anteriormente eran virtudes. La única cura para evitar este bajón hormonal es la práctica de besos en forma regulada y dosificada para no agotar a la pareja y para mantener constancia en la relación.